Luis Silba es un delantero de raza. Vive por y para el gol y tiene el arco entre ceja y ceja; nunca desvía su mira. Aunque a veces las cosas no salgan de acuerdo a lo previsto, el hombre no desespera. Todo lo contrario. “Cuando las cosas no se dan, hay que trabajar el doble para poder lograr las metas”, dice “Tanque”, quien aprovechó el paréntesis en la preparación para disfrutar junto a su novia Belén.
La pretemporada marcha viento en popa. Los trabajos físicos dejan su huella. Por eso, el delantero solo piensa en ponerse 10 puntos para rendir al máximo en la segunda etapa del torneo. “Es la base para poder rendir bien y poder pensar en nuestro gran objetivo que es el ascenso a la B Nacional”, asegura el hombre que terminó siendo titular, aunque no se la cree y sigue como siempre: trabajando a pleno.
“Ahora todos arrancamos de cero. Hay que volver a ganarse un lugar convenciendo al técnico en cada práctica”, explica sabiendo que si llega Fabricio Lenci se hará más fuerte la lucha en un puesto decisivo en el “santo”. “No cambiará mucho. Antes estaba Gonzalo (Parisi) y era igual. Siempre hay una sana competencia. Lo importante es que (Lenci) venga a sumar. Este es un grupo fenomenal y todos sabemos que juega el que está mejor. Si no te toca estar entre los 11 que salen a la cancha, hay que apoyar desde afuera”.
Cuando Carlos Roldán llegó por cuarta vez a San Martín, Silba no la pasó bien. Mucho tiempo sin estar ni siquiera entre los concentrados le curtieron el alma. Pero de todo se aprende. “No jugué mucho, pero me ayudó a madurar y a hacerme fuerte de la cabeza”, jura el atacante.
La preparación entra en la etapa decisiva y los clásicos contra el “primo”, donde estará en juego la Copa LA GACETA, acaparan toda la atención. “Son amistosos, pero los clásicos se juegan a muerte. Queremos ganarlos porque sabemos lo que significa para el hincha. Además, es la oportunidad para comenzar a ganarse un lugar en el equipo titular”, confiesa.
El ascenso es la gran obsesión en La Ciudadela, y “Tanque” lo sabe perfectamente. “San Martín se merece volver a la B. Con esta dirigencia, el club creció mucho. Están en cada detalle, por lo que tenemos que mentalizarnos solo en jugar y hacer bien las cosas”, asegura el hombre que fijó sus metas para este 2014. “En lo personal, quiero aportar goles para poder concretar el objetivo grupal que es el ascenso”, remata Silba, que quiere ser escribir su hombre en la rica historia “santa”. “Para eso hay que ascender este año”, dice. Vaya razón que tiene.